jueves, 12 de junio de 2008

Si se que el fuego se tiene que apagar




Y es que de verdad uno tiene que quitarse los audífonos y hasta el sombrero si es que se traen al toparse con un conjunto de personajes que tocan música norteña en el metro, este tipo de manifestaciones no son de todos los días; la hora de salida de mi oficina es a las 9 y poco antes de mi retirada espero a que termine la transferencia de un archivo mp3 de la banda canadiense METRIC, de camino al metro escucho a la ya mencionada banda pero, abordando el penúltimo vagón de ese gusano color naranja en dirección al oriente de la ciudad me encuentro con una sorpresa. Dos señores con texana, chaleco de cuero, botas vaqueras, cada uno con una guitarra y una señora con camisa norteña, sin texana pero con un acordeón ejecutando impecables covers de canciones de los Tigres del Norte “si antes que tu ya había tenido otros amores, que en su momento quise tanto como a ti, cuando alguien muere siempre se le mandan flores y tu ni flores vas a recibir de mi” entonces aquel vagón lleno de gente que regresa cansada de sus trabajos, con sueño y no se cuantos problemas encima, se convierte en un concierto en una plaza de toros en la ciudad de Matamoros, Tamaulipas. El plato fuerte son los Tigres del Norte; no importa cuanto hayas trabajado hoy, no importa cuantos problemas te esperen llegando a casa, es más ni siquiera importa si traes dinero en tu pantalón para poder obsequiarles a los músicos, lo único que importa es que alguien esta ejecutando canciones de música norteña, ¿que cosa puede ser mejor en un vagón de metro a esa hora? Pues me quite los audífonos y alcance a gozar de lo poco que interpretaron cuando yo estaba en aquel vagón. Saque los únicos 5 pesos que cargaba conmigo en aquel momento y me dispuse a dárselos seguido de un aplauso (bueno el aplauso me falto pero si la gente pusiera un poco más de interés en este tipo de sucesos todo mundo aplaudiría y entonces seria más agradable la labor de amenizar los trayectos en metro, aunque no sea tan bien remunerado) Imaginen entonces aquel vagón lleno de gente aplaudiendo, gente bailando y otros tantos cantando, el regreso a casa seria mucho más placentero de lo que comúnmente suele ser.

Bueno una vez dicho esto quiero agradecer a todas aquellas personas que abordan el metro con la necesidad de ganarse unas monedas y terminan haciendo de aquel viaje una experiencia única, a esos músicos claro esta.

Me falto la foto pues no cargaba cámara pero prometo subir algo en cuanto las tenga.

chucho



2 comentarios:

Yareth.Silva dijo...

si hasta un GRACIAS, Y UNA SONRISA TE CAMBIA LA VIDA, digo yo no soy fan de darles a los "homeless" a menos que ellos se lo ganen, pero en esta ocacion creo que fue UN OFICIO...


y he sido testiga de ello...



gracias.

The architector. dijo...

Chale ya deberiamos de ampliar nuestro circulo de amigos...

Yo le firmo a chihuahuita y al changonorrea y nomas ustedes me firman a mi...


u_u




Domage.