como convertise en arbol

The Tree of Life, Tim Parish

Entrene su cuerpo para estar musculoso.

Sitúese en un patio, una montaña o un campo, en cualquier lugar que este soleado y compuesto de tierra. Tal vez quiera ir a su ciudad natal, es recomendable, sin embargo cualquier otro lugar también servirá, incluso puede utilizar una gran maceta..

Entierre sus pies y mantenga sus brazos fijos hacia arriba asumiendo cierta posición, elija una postura que refleje su personalidad y su estilo de vida diaria, por ejemplo: la postura puede reflejar sus propias características, ya sea derecho, doblado o cruzado, también puede tomar la postura que utiliza cuando trabaja, o la de costumbre, párese quieto y cierre sus ojos, no hable ni piense, no le pida a nadie que riegue sus pies , pero si alguien lo hace siéntase feliz, sin embargo tampoco recuerde quien lo ha hecho, no piense en el cansancio ni en el dolor.

Por la noche vuelva a ser humano para alimentarse y poder mantener la vida, vaya disminuyendo el tiempo de alimentación y vaya acostumbrándose lo más rápido posible a ser un árbol.

Del libro de Kim Beom "the art of transforming"

disfrutenlo
chucho

We Are Everywhere

"The world is made up of stories, not atoms."

Muriel Rukeyser

Estamos por todas partes es un libro de historias, de historias escritas por los activistas de las líneas de frente de resistencia contra el capitalismo y la globalización económica, de cuentos de lucha y rebelión, de participantes en un movimiento de los movimientos que estan ganando terreno en cada continente. Estas historias están contadas con palabras e imágenes y han sido recogidas durante los últimos tres años por un colectivo de activistas, escritores y artistas, todos ellos tienen una profunda conexión con el movimiento.

La versión en español de este libro se esta trabajando en México, esperemosla....

Acá les dejo algunas fotos que están incluidas en el libro.

Mujeres Zapatistas vigilantes en la defensa de su comunidad.

Chiapas, México.

Foto de Timo Russo.

Un muchacho joven participa en un bloqueo a nivel urbano, cortando todo el acceso a Buenos Aires.

Argentina, 2002.

Foto de Andrew Stern.

"...this book is essential reading for anyone who cares about our future, and weighs enough to throw at anyone who doesn't."
-- The Independent, London

"Out of the pages you can almost hear the roar of the crowd: 'Our resistance is as transnational as capital. We are everywhere. We are winning.' "
-- The Ecologist

"Here is an authentic document of revolution."
-- The Times, London

"This isn't a book, it's a brick with which to shatter cynicism."
-- Luther Blissett

Link a la página del libro

chucho

Parásitos

De nuevo había luna llena.

Era una noche apacible y una ligera neblina flotaba sobre las zonas residenciales en la periferia de la ciudad. Pero el silencio era engañoso.

A lo lejos un sordo martilleo metálico empezó a invadir el lugar, amenazando con romper la tranquilidad. Ágiles y egoístas “máquinas de habitar” tomaron por sorpresa las áreas suburbanas de las grandes ciudades en busca de un nuevo hogar: el jardín del vecino.

Una vez allí, utilizaron sus cabezales barrenadores controlados por sensores para conectarse a las líneas de suministro que discurren bajo las calles. Se anclaron al terreno y amenazaron con contaminar las aguas subterráneas y manchar los automóviles en caso de que los habitantes intentaran tomar medidas en contra de ellos.

Durante las semanas que siguieron hubo un tremendo alboroto entre los vecinos, pero cuando se dieron cuenta que nada ni nadie podía hacer nada contra los robots domésticos y de que incluso podían ser bastante útiles, el clamor animó.

Los parásitos controlaban su territorio ayudados por sistemas de alta tecnología y desbarataban con éxito cualquier intento de robo en la casa de sus anfitriones.

Rociaban a los delincuentes con una sustancia sintética hedionda y pegajosa o los paralizaban mediante un estruendo emitido a través de un cañón hasta que la policía acudía apresuradamente al lugar.

Pero fue cuando los parásitos empezaron finalmente a expulsar lindos enanitos de jardín que todo el mundo ansió tener un parásito en su casa. Nadie sabía, sin embargo, que estaban hechos de material de desecho parasitario altamente comprimido. Nacía así un nuevo símbolo de estatus y la simbiosis se completaba finalmente.

La vida volvió a la normalidad, a pesar de que los responsable municipales de urbanismo tronaban incansablemente contra esos “montones de chatarra itinerantes”. Pero ¿a quien le importaba? Al fin y al cabo, ¿qué sabían ellos de arquitectura?

Se instauro una nueva armonía. Y así los parásitos pudieron vivir felices para siempre.

Anton Markus Pasing

Del libro de actar (verb architecture boogazine)